Acá Agui.

Hace unas horas, Agui leyó la siguiente noticia en Internet:

Una abuela china asegura que su gato es capaz de hablar. Lv, una señora de 70 años, oriunda de la ciudad de Changchun, afirma que Mimi, su gato, se ha transformado en una celebridad gracias a su habilidad para hablar. "Estaba jugando mahjong en casa con mis amigas, cuando de pronto escuché que alguien me llamaba 'Laolao' (abuelita)", comentó, y agregó: "Primero pensé que era mi nieta, pero ella no estaba en casa. El que habló fue Mimi”.

Agui tiene algunas cosas para decir al respecto.
Primero: Zás, Agui no admite competencia. El único gato que habla es Agui, zás.
Segundo: Ese otro gato chino (otro gato distinto, no Agui)... ¿tendrá dos años? (sí, con Ñ).
Tercero: Agui esperó todo el día que lo llamara un señor gordo desde Argentina para hablar de este tema del gato farsante que dicen que habla. Pero el teléfono no sonó.
Agui se pregunta por qué.
Agui tiene algunas ideas:

a- El señor se olvidó de Agui.
b- El señor Barragán quiso llamar a Agui pero no pudo.
c- El señor Barragán no puede llamar a Agui porque no lo dejan.
d- Ya nadie va a llamar al gato Agui.

Esta última idea es perturbadora.
Agui piensa que quizás ya no haya lugar para hablar con un gato chino. Quizás el señor gordo, el viejito, la chica de voz linda, el barrabrava de voz ronca y la señora que se enoja ya no tengan dónde juntarse a hablar.
Agui se pregunta por qué.
Agui no tiene la respuesta. Sólo sabe que el teléfono ya no suena para hablar con Argentina, y que hay mucha gente enojada con eso.
Gente que llora porque ahora la siesta es para dormir.
Gente que se reúne para escribir en un blog y emocionarse con un puñado de recuerdos.
Gente que cree que escuchar y hacer radio es un hecho artístico.
Pero Agui no desespera. Agui se ríe escuchando grabaciones en el blog, Agui se conmueve ante cada demostración de cariño hacia el programa, y Agui sabe que la Siesta sigue viva.
Porque las cosas que nos hacen felices no se mueren.
Porque para eso sirven las despedidas. Para que se note todo lo que se extraña lo que nos hace felices.

Agui se cansó. No quiere escribir más. A Agui le gustaba hablar.

Último: Agui no puede resistir la curiosidad. ¿Cuántos anos tendrá Mimi?

Diego Tomasi