Introducción de La siesta inolvidable 2007

Introducción original
Introducción especial de Carlos Barragán

viernes, 18 de julio de 2008

El pensamiento lógico

A raíz de la nota editorial publicada en el DIARIO DE CUYO, el pasado 31 de mayo, sobre Pensamiento Crítico, quiero aportar "mi granito de arena", como Profesor de Lógica, desde hace muchos años y haber transitado los caminos de la Lógica Formal y de la más reciente Lógica Informal.

"Pensamiento Crítico" es una denominación no muy afortunada en español para traducir el llamado "Critical Thinking": a formación y adiestramiento escolar en un modo de pensar y de discurrir capaz de dar respuestas razonables y eficientes a las cuestiones de orden práctico que pueden plantear la comunicación, el tratamiento de información y la gestión de conocimientos o la resolución de problemas, en un dominio profesional o académico. No faltan otras denominaciones alternativas como "razonamiento crítico" o "arte de pensar (del modo debido)". En esta calidad, procede de la misma cuna que la Lógica Informal: las inquietudes culturales y demandas académicas de los años 60 y 70 en medios estudiantiles en EEUU. Un impulso decisivo fue la inclusión de la instrucción formal en Critical Thinking establecida en 1980 por la California State University Executive Order: a tenor de esta disposición, lo que se esperaba de la nueva disciplina era una comprensión de las relaciones del lenguaje con la lógica que permitiera adquirir y desarrollar las habilidades de analizar, criticar y defender ideas o propuestas, amén de razonar y de inferir unas conclusiones apropiadas a partir de informaciones precisas.

Pero la implantación curricular de la disciplina no ha determinado una conformación académica uniforme, ni un dominio de referencia bien definido. Se supone que este dominio cubre diversas disposiciones y actividades mentales y discursivas: (I) básicas o relacionadas directamente con el tratamiento de la información, clasificar, comparar, sintetizar, etc.; (II) estratégicas u operaciones que se realizan de forma secuencial y con miras a un objetivo, exigen más coordinación que las básicas y pueden organizarlas, al tiempo que se dirigen a resolver problemas, reducir disonancias, etc.; (III) metacognitivas, que se ocupan de la dirección y control de las actividades básicas y estratégicas mediante operaciones de planificación, vigilancia o evaluación, y pueden facilitar transferencias a diversos dominios temáticos o prácticos. Dando por sentado que las habilidades básicas se adquieren en todos los terrenos teóricos y prácticos, y en cualquier disciplina, el pensamiento crítico se aplica especialmente al aprendizaje y desarrollo de disposiciones y actividades estratégicas (II), así como a las reflexiones y proyecciones metacognitivas (III).

En esta línea, difiere de los estudios específicamente lógicos en que sus intereses son por lo regular más prácticos y motivadores que analíticos y teóricos, suele reconocer las dimensiones afectivas y emotivas de la comunicación y del discurso, y procura descansar en nociones psicológicas y cognitivas de carácter descriptivo, antes que en modelos o criterios normativos. Caben, sin embargo, muestras mediadoras o mixtas de las dos disciplinas, la Lógica Informal y el Pensamiento lógico, como L. Groarke & Ch. Tindale (1989, 2004 3rd ed.).

Por añadidura, esas tendencias admiten no pocas variaciones de inclinación, énfasis, tratamiento y estilo, como las representadas por el llamado "Grupo de los 5", cinco autores especialmente significativos: R. Ennis (1962, 1985), J. McPeck (1981), H. Siegel (1988), M. Lipman (1991) y R. Paul (1992). Así, según Ennis, el pionero y el autor quizás más acreditado en este campo de estudio, el pensamiento crítico consiste en un modo de pensar razonado y reflexivo, involucra tanto habilidades como actitudes y está orientado a la toma de una decisión sobre qué creer o qué hacer en el caso dado; según Lipman, las tareas del pensamiento crítico son facilitar el juicio y la autocorrección, amén de cumplir las condiciones de atenerse a criterios razonables y ser sensible al contexto; y en fin, dejo las otras variaciones de qué es Pensamiento Crítico, para el lector más interesado. Con todo, a la luz de los manuales que están viendo la luz en el presente siglo, como A. Fischer (2001), parece consolidarse un núcleo duro de la disciplina: la formación y desarrollo de disposiciones y habilidades de entender, analizar y evaluar ideas y argumentos, así como de responder a problemas de previsión y de resolución.

Fray Claudio M. Conforti OFM - Profesor titular de lógica I y II, Universidad Católica de Cuyo.

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