¡Hola! Lo de Pino es muy lúcido. Se ha convertido en brújula para muchos como yo. Con "Argentina Latente" me hace llorar siempre, pero no de tristeza: Es una mezcla de nostalgia y orgullo, sumada a unas ganas bárbaras de recuperar el nacionalismo y la capacidad de ser "nosotros". Las crisis sirven para valorar lo que tenemos. Estoy convencido de que todas las empresas nacionales pueden ser superavitarias si se hacen los controles y se castiga la desidia. Hay que recuperárlas y demostrárnos a nosotros que podemos ser autónomos, inteligentes, cuidadosos y soberanos. ¡Un abrazo grande a todos!
Maravilloso Pino, siempre sacudiendo nuestra memoria, yo tb extraño el tren,el olor del vapor, las estaciones y la gente. Y presencié el final de los pueblos, q fue tambien el final de la vida de muchos argentinos que no pudieron recuperarse nunca de esa pérdida. Gracias Donato, un beso. LA ABUELITA DE ENTRE RÍOS
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¡Hola! Lo de Pino es muy lúcido. Se ha convertido en brújula para muchos como yo. Con "Argentina Latente" me hace llorar siempre, pero no de tristeza: Es una mezcla de nostalgia y orgullo, sumada a unas ganas bárbaras de recuperar el nacionalismo y la capacidad de ser "nosotros". Las crisis sirven para valorar lo que tenemos. Estoy convencido de que todas las empresas nacionales pueden ser superavitarias si se hacen los controles y se castiga la desidia. Hay que recuperárlas y demostrárnos a nosotros que podemos ser autónomos, inteligentes, cuidadosos y soberanos. ¡Un abrazo grande a todos!
ResponderEliminarHOLA DONATO, YO NO PUDE ESCUCHAR EL AUDIO DE PINO SOLANAS, PERDON POR LA MOLESTIA
ResponderEliminarSILVIA - SAN TELMO
Hola Silvia:
ResponderEliminarPor favor prueba nuevamente, lo he vuelto a subir.
Un beso.
Donato Antonio
Maravilloso Pino, siempre sacudiendo nuestra memoria, yo tb extraño el tren,el olor del vapor, las estaciones y la gente. Y presencié el final de los pueblos, q fue tambien el final de la vida de muchos argentinos que no pudieron recuperarse nunca de esa pérdida.
ResponderEliminarGracias Donato, un beso.
LA ABUELITA DE ENTRE RÍOS