Introducción de La siesta inolvidable 2007

Introducción original
Introducción especial de Carlos Barragán

jueves, 7 de febrero de 2008

Miniprograma Nº 28 de la siesta inolvidable virtual

Bloque 1

La siesta inolvidable de Jorge Halperín

El día en que prohibieron el lunfardo.

Tercera Siesta de esta serie que llamamos “¿Qué hubo antes de Perón?” o “Presidentes interruptus”. Les contamos ya de la fallida presidencia de Roberto Ortiz, de su sucesor Castillo, ligado a sectores conservadores y con amigos nazis, impopular y echado por un golpe que tuvo como referente a su ministro de Defensa, el general pro facho Pedro Pablo Ramírez.

El golpe fue ejecutado hace 63 años, en la madrugada de aquel 4 de Junio de 1943, pero, dice el historiador Israel Lotersztain que, a diferencia del golpe del ´30 contra Irigoyen, a este no le faltaban justificadas razones. Es que el régimen que presidía Ramón Castillo (por fallecimiento del Presidente Ortíz) convivía con elecciones fraudulentas y escandalosas. Para colmo la irritante candidatura de R. Patrón Costas, impulsada por su propio amigo, el presidente Castillo para las próximas elecciones, era un indicio de que el régimen no pensaba cambiar nada, de que vendrían nuevos fraudes. Eso, sumado a la inflación, que entonces se llamaba carestía de la vida, provocó que la opinión pública observara la movida militar con algún temor pero al mismo con cierta expectativa.

Ya les contamos que Argentina eligió la neutralidad ante los países enfrentados en la Segunda Guerra Mundial (asunto que irritaba a los Estados Unidos, alegraba a los gobiernos fascistas de Alemania e Italia, y, por lo bajo, convenía a Gran Bretaña. En las fuerzas armadas predominaba claramente el sector nacionalista católico a favor de la neutralidad y amigo de los fascistas. El golpe lo encabeza el GOU, con Perón como uno de los cabecillas.

Pero como todo se precipitó necesitaron acudir a un general importante para encabezar el golpe y eligieron a Arturo Rawson, quien hubiera sido el sucesor de Castillo. Pero, ¿qué pasó? Que Rawson se reunió con un grupo de amigos en la confitería Jockey Club, le dio a cada uno un ministerio y antes de jurar ya fue difundiendo su gabinete. Chau Rawson. Un coronel Anaya le dio el raje y asumió el general Ramírez. Entre su gabinete de mayor´`ia militar designó como su sucesor en Defensa al general que luego lo iba a suceder como presidente: Edelmiro Farell.

El golpe del ´43 tenía una fuerte inspiración antidemocrática, integrista y antisemita. En una serie que escribieron Felipe Pigna y otros historiadores para el Polimodal, señalan que las primeras medidas que tomó el gobierno militar no dejaron dudas: la educación religiosa obligatoria en las escuelas públicas, la expulsión de la universidad de los docentes que no adhirieran explícitamente al culto católico y hasta el absurdo de prohibir el lunfardo en los tangos. ¿Qué me dicen?

Sin embargo, nada es blanco o negro a todo color. Un personaje del golpe, el coronel Perón, consigue hacerse cargo del Departamento Nacional del Trabajo con la promesa de modernizarlo. Y desde allí comenzó a influir tanto sobre Ramírez y a despertar sospechas en el entorno de Ramírez que, según cuenta Felix Luna, la esposa de Ramírez pidió a otro coronel que vigilase el café que bebía su marido. Ella sospechaba que Perón ponía alguna droga en el café y lograba influenciarlo.

Bueno, esta mujer no logró simpatías populares. Como estaba prohibido el lunfardo, a la señora, llamada Inés Lobato Ramayón, la rebautizaron popularmente Inés Lodigo Ramayón, ya que lobato sonaba a lunfardo.

Bueno, en fin, gran censura del gobierno militar sobre docentes judìos, divorciados e izquierdistas y sobre la cultura. Pero, comenta Lotersztain, como tantas veces ocurre en la política, de golpe dos circunstancias de sentido opuesto comenzaron a actuar en el panorama nacional. Por un lado los presuntos aliados internacionales del sector nacionalista triunfante, o sea Alemania, Italia y Japón comenzaron en esos días su debacle militar irreversible en la Segunda Guerra. Por el otro, el líder mas lúcido de ese sector nacionalista del Ejército, el joven coronel Perón se dio cuenta inmediatamente que no habría salida alguna para ese movimiento si no era una salida política, y que para darle forma estaban en disponibilidad las masas obreras que habían surgido por la industrialización acelerada, producto de la crisis de 1929 y luego de la guerra.

Mientras crecía la estrella de Perón se iba apagando la de Ramírez. El presidente nombró a un nacionalista como ministro de Interior, Estados Unidos reaccionó indignado y lanzó munición gruesa sobre el gobierno militar argentino: lo denunció por espionaje a favor de Alemania, de permitir que hundieran buques que llevaban alimentos a Gran Bretaña, de impulsar un golpe en Bolivia que tumbò a un pro yanqui. Washington prohibió girar fondos a la Argentina.

Y entonces surgió el escándalo Hellmutt. Oscar Hellmut fue nombrado cónsul argentino en Barcelona como pantalla para comprar armas en Europa, y fue detenido por los ingleses, acusado de espiar a favor de Alemania. La presión para que Argentina rompiera con los países del Eje fascista fue ya insostenible y el 26 de enero de 1944 Argentina rompió con la excusa de que habìa descubierto una red de espías alemanes.

Entonces, muchos de los que adhirieron al golpe del 43 se sintieron traicionados por Ramírez. Perón empezó a moverse hábilmente para voltear a Ramírez y reemplazarlo por el general Farell. Entonces Ramírez pidió el 24 de febrero de 1944 la renuncia de Farell al ministerio de Defensa. Y esa misma noche Farell le comunicò que estaba rodeado y que debía renunciar. Al cabo de idas y venidas de varios días en marzo Ramirez renunció.

Y aquí viene una historia menor que se liga a la cancha de Huracán, en Parque Patricios. ¿Saben cómo se llama ese estadio? Tomás A. Ducó. Y Tomás A. Ducó era un mayor del ejército y uno de los fundadores del GOU que, ante el despido de Ramírez, se alzó en armas contra Farell y Perón. Fue por eso que el nuevo gobierno congeló un crédito otorgado por Ramírez para la construcción de la cancha de Huracán, club del que Ducó era presidente. Y, además, el globito fue intervenido.
Bueno, ya se sabe que desde la Secretaría de Trabajo Perón se ganó el favor de las masas obreras y obtuvo cada vez mas poder. Pero nos falta un presidente antes de que el general llegue al sillón de Rivadavia. Y mañana vamos a contar la breve presidencia de Edelmiro Farell.

Jorge Halperín

Gentileza de Susana Peña


2 comentarios:

  1. HOLITA : bueno ,muy buena la siesta de Halperin ,como siempre GRACIAS DONATO-cris45

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  2. Halperín, bueno el programa de ayer y muy Feliz Cumpleños!
    Andrés Vidart

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