Para Rosario Pedrera, de 19 años, todo pretexto es válido para mirarse en cualquier vidriera camino de un shopping del barrio de Palermo. Admite, sin reserva alguna, que constantemente busca el reflejo de su imagen como algo casi natural y espontáneo en los ascensores, las ventanillas de los autos estacionados y en todo aquello similar a un espejo. “Cuanto mejor me veo, más segura me siento”, afirma esta estudiante de publicidad mientras juega con uno de sus bucles rojizos. “¿Si soy consciente de que soy un poco narcisista? Y, sí, lo asumo”.
Esta necesidad de querer mostrarse en público y de sentirse admirado está ocupando un lugar cada vez más alto en el ranking de trastornos psicológicos de una adolescencia que hoy se prolonga hasta más allá de los 30 años. Así, la depresión y los trastornos de la personalidad se disputan el primer lugar con el narcisismo.
Interesante y preocupante artículo que puedes leer completo en La Nación.
Esta necesidad de querer mostrarse en público y de sentirse admirado está ocupando un lugar cada vez más alto en el ranking de trastornos psicológicos de una adolescencia que hoy se prolonga hasta más allá de los 30 años. Así, la depresión y los trastornos de la personalidad se disputan el primer lugar con el narcisismo.
Interesante y preocupante artículo que puedes leer completo en La Nación.
Muy buena la nota , es fuerte la realidad-cris45
ResponderEliminar