Introducción de La siesta inolvidable 2007

Introducción original
Introducción especial de Carlos Barragán

jueves, 10 de enero de 2008

La siesta inolvidable de Jorge Halperín

La Revolución Industrial (Primera Parte)

Hoy vamos a empezar otra carpeta de las Siestas. Ya les conté que las carpetas de la Siesta Inolvidable traen grandes acontecimientos y transformaciones. Esta carpeta de hoy relaciona el siglo XX con el siglo XVIII de una manera muy especial.

Bueno, les vo
y a contar una historia muy curiosa acerca de la sociedad que fue transformada más profundamente en menos tiempo. En la segunda mitad del siglo XVIII Inglaterra era todavía una sociedad aldeana y sus caminos eran deplorables. Baches, lodazales, zanjas y hundimientos hacían que las rutas fueran casi imposibles de transitar. Incluso, algunas de esas vías eran apenas huellas.

Resulta que la creatividad de un tipo va a producir un cambio que será decisivo. Era un escocés, se llamaba John Loudom Mac Adam e inventó un método para abrir vías de tránsito que consistía en drenar el suelo y colocar luego sobre el suelo una capa de piedras pequeñas. Supongo que son los caminos de ripio. Ahora parece sencillo, pero él fue el inventor y cambió la historia porque revolucionó el sistema vial inglés. O sea, hizo que las personas y las mercaderías circularan por todo el país hasta un punto en que la Revolución Industrial no sería pensable sin ese invento.

Pero yo les prometí una historia curiosa y aquí va: al escocés le llovían los trabajos públicos para hacer caminos con sus piedritas por toda Inglaterra, y el hombre era muy estricto. Exigía todo el tiempo a los trabajadores que usaran piedras pequeñas en la tarea, según lo indicaba su método. Ahora, para los trabajadores era un dilema: ¿cómo darse cuenta si una piedra era lo suficientemente pequeña? El escocés no era un tipo de explicar mucho y dijo lo siguiente: si una piedra no cabe en la boca de un hombre, entonces no sirve para este fin. Parecía que a todo el mundo le quedaba claro. Pero no.

Resulta que en una ocasión el escocés se las tomó con un obrero viejo acusándolo de usar piedras demasiado grandes. Entonces, el obrero, con cara de odio, se metió una piedra bien grandota en la boca – por supuesto que no fue para bajarle un discurso -. Pero, ¿qué pasaba? El tipo no sólo tenía la boca muy grande, sino que, además, se había quedado sin dientes. A partir de ahí, parece que el escocés antes de tomar a un nuevo empleado le revisaba la boca porque le podía salir un pavimento intransitable.
Bueno, pero lo cierto es que el invento de Mac Adam se tradujo en una red de caminos que permitió la circulación fluida de personas, bienes e ideas por toda Inglaterra.

Esta anécdota la cuenta Martin Hadis en un libro de extraña idea que realmente me atrapó. Se llama Literatos y excéntricos: los ancestros ingleses de Jorge Luis Borges. Lo primero que pensé al leer el título era que los ancestros ingleses de Borges es un tema demasiado sofisticado. Pero les aseguro que cuando empecé a leerlo, el libro me fue capturando. Hadis es un master en tecnología de medios del MIT (el célebre Massachussets Institute of Technology, lugar de punta para la tecnología mundial) y además investigó literaturas germánicas y filología en Harvard. Y en el libro se hace una pregunta clave: ¿cómo fue posible que en la Argentina surgiera el mayor escritor en lengua castellana? Entonces rastreó los antepasados de Borges e hizo un descubrimiento fantástico. El Borges brillante, erudito, amante de los libros, cultor del humor y la ironía, etc., empieza a construirse dos siglos antes con su tatarabuelo inglés (por rama materna).

¿Y qué tiene que ver esto con los caminos de Inglaterra del siglo XVIII? Bueno, hoy les empiezo a contar sobre los tres o cuatro inventos que describe Martin Hadis que fueron los que dispararon la Revolución Industrial, el cambio de era. Y fue en ese ambiente de una sociedad que se transformaba a toda velocidad y que permitía viajar mucho más, fui allí que creció aquel antepasado de Borges, viajero y cosmopolita como él. Esta es una historia en tres partes que concluye con los asombrosos parecidos entre aquel tatarabuelo que vivió los albores de la Revolución Industrial y su descendiente, nuestro autor de “Ficciones”.

¿Cuáles son los otros grandes inventos que cambiaron a Inglaterra y al mundo, provocando la Revolución Industrial?
Primero, dice Hadis, hay que analizar las más tempranas señales de que un cambio profundo y definitivo se acercaba. La primera señal fue que la población estaba aumentando extraordinariamente a partir de 1760. Ese crecimiento repentino, veinte años después, se convirtió en una gran explosión demográfica. ¿Cuáles fueron las causas de este crecimiento?
La paz y el orden que reinaban, los avances y descubrimientos médicos y las nuevas técnicas de siembra y cultivo que provocaron que hubieran muchísimos más alimentos para atender a esta población que aumentaba rápido.

A medida que la población de multiplicaba a toda velocidad, la infraestructura en Inglaterra también crecía rápidamente. Esto hizo que se empezaran a crear y aplicar grandes inventos en los procesos fabriles. Además, estos nuevos métodos provocaron que la organización del trabajo también se modificara.

Todas las mejoras juntas llevaron a un aumento del comercio y a transformar extraordinariamente la economía y a la sociedad.
Fue el cambio más profundo y el que realmente alumbró una nueva era para la humanidad.

Pero volvamos a lo que les había prometido: ¿Cuáles fueron los grandes inventos que provocaron la Revolución Industrial?

Uno de estos inventos revolucionarios fue el motor a vapor. Ya existía, pero en una versión más rudimentaria y poco eficiente. En cierta ocasión, uno de estos viejos motores cayó en manos de quien se convertiría en un genio: James Watt.
Watt agarró uno de esto motores y logró hacerle mejoras. Y consiguió crear un nuevo motor, que era varias veces superior al original y que empezó a ser usado industrialmente.
Este invento tuvo una repercusión enorme porque por primera vez se disponía de una tecnología que reemplazaba a las fuerzas de la naturaleza. Imagínense.
Y también tuvo aún más repercusión en los bolsillos de Watts, que no dejo de vender sus motores por todas Inglaterra. En el 1800 ya había más de 500 motores que se usaban en las fábricas e industrias británicas.

Una de las industrias fundamentales en Inglaterra, que sufrió esta revolución fue la industria textil. La invención de nuevas máquinas permitió mejorar el volumen y la calidad del hilo. Hay que decir que en aquella Inglaterra de los albores de la Revolución Industrial, las máquinas eran como nuevas especies animales que empezaban a propagarse para ir cambiando profundamente la vida de la gente. Surgían nuevas máquinas con más frecuencia y hasta surgieron máquinas de máquinas. Por fin, la Revolución Industrial golpea al lado del tatarabuelo de Borges. Pero esa historia se las cuento mañana.

Jorge Halperín

Gracias Susana Peña.

13 comentarios:

  1. Gracias!!!! y mil veces gracias a vos y a todos los de LSI

    Caro de Chaco

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  2. Estaba a punto de romper la radio a pedazos, y redepente!!!! milagro!!!
    Gracias Jorge, Gracias Donato, por hacerme ver que me merezco algo mejor que lo que me ofrece Jose Programacion!

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  3. Perdon por la omision!!!

    Gracias Susana por tu generosidad

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  4. En general, los siesteros somos sensibles, "psicobolches" dirían las personas de esta cultura que asimilan las ideologías a través de los medios. Silvina Walger, una persona culta, resentida y atormentada por la vida utilizó la palabra "psicobolche", posiblemente la más "faschista" de las denominaciones sólo comparable a la de "zurdaje" que usa la Señora Mirtha Legrand de Tinayre. Leo con deleite los comentarios del blog. Así se aprende a conocer a los co-oyentes. Poco a poco iremos desapareciendo. Es lógico. La inmediatez de la información conlleva a la liquidez de Baunman (ojo no Tenembaun). Estamos de duelo. La siesta ha muerto. Tenemos que hacer el duelo. Una vez que la herida cierre encontraremos otro programa, asi como se encuentra otro amor. Extrañaremos a Halperin, a Barragan a Chofitol, porque han muerto. Un nuevo amor, aparecerá.
    Yo también estoy de duelo.
    marcelo c

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  5. Siesteros:
    Qué bueno poder encontrarnos aquí y leer todas las bellas cosas del programa!!
    A ver cuándo aparece una emisora que tenga huevos para tenerlos otra vez en vivo!!
    Caatalin de Balvanera

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  6. Geniales Donato, Susana y por supuesto Jorge!
    Alejandra de Wilde

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  7. Catalina de Balvanera:
    Qué bueno! Así no los extraño tanto.
    A ver cuándo aparece una emisora con huevos para escucharlos en vivo!!

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  8. Gracias Jorge, estaba leyendo y me parecía escuchar tu voz. Respecto al comentario de que la siesta murió, talvez solo es una mutación a otra forma de siesta, siempre que contemos con la buena voluntad de sus creadores y de los amigos que manejan estos blogs, o tal vez pueda aparecer nuevamente en otra radio. Así como fué una sorpresa su final puede ser sorpresa su reaparición.

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  9. Me encanta leer las Siestas de Jorge porque le dictan a mi cerebro que haga un esfuerzo mayor: escucho la música y la voz de Halpe en mi cabeza.

    Otra cosa: desde que terminó el programa, comensé a soñar con ellos y otras personas: tuve tres sueños hoy, en el primero estaba Jorge y Gillespi, en el segundo Barragán, Dolina, Gianni Lunadey... En el tercero, Barragán (¡otra vez!) y el gato Agui de la foto que publicó Donato en el blog. Esto se está saliendo de control. ¿La próxima con quién voy a soñar? ¿Con Ángelo, el tano de Caballito? Si alguien tiene la cura, por favor... No me la de ya que por lo menos los veo en sueños.

    Llevatelá Ristoro.

    Cinthya (17) de Morón.

    Pd: Barragán me retó en el sueño: le decía, "Ristoro tiene un brog..." y él se enojó: "¡brog no, blog se dice! ¡Hablá bien!

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  10. Concuerdo con Guadamann en que la siesta no ha muerto, por ahora mutó a este formato, y está bueno esto que se está dando. Les cuento que no puedo evitar pensár en qué dirían nuestros amigos si estuvieran en la radio sobre todo lo que está pasando, los rehenes, las maquinitas en el Hipódromo y el amigo Cristóbal no sé cuánto, Cristina desde el atril, en fin, uno escucha las noticias pero falta ese análisis ácido y humorístico que hace que las podamos digerir mejor, y que no se nos forme una úlcera. Sigamos manteniendo vivo el blog, gracias por el esfuerzo de los que hacen sus aportes, creo que así lograremos que los siesteros vuelvan al aire. Ah, quiero enviar un recuerdo por Tato Bores, hoy se cumplen 12 años de su muerte, otro grande que nos ayudó a pensar...
    Cariños, Julia

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  11. Muchachos, todo muy lindo, pero yo por lo menos, no puedo estar tres o cuatro horas al día, sentado frente a la compu. Tengo que laburar. Por eso la radio es insustituible, y mas para los que hacemos trabajos, se podría decir, algo mecánicos o repetitivos. Ojalá pudiera tener el tiempo necesario para leer todas las entradas a las diferentes partes del blog, pero no me dá. Por otro lado, cada vez que entro (lo hago una vez por día), veo que los que participan son cada vez menos. Es como con el tema de los cacerolazos, cuando llega el momento de irse de vacaciones, se acaban todos los ideales, es así nomás. Ojo, por supuesto que no hay que generalizar, ni mucho menos. Pero se nota la tendencia. Dentro de un mes, vamos a ser diez en total, acuerdensé.
    Oscar, de Lomas

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  12. Jorge genioo !!!! es tan bueno leerte como escucharte, aunque me quede con lo segundo!!! besitos

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  13. Rolando de Villa Luzuriaga:
    Pienso, que la siesta se terminó, no me animo a decir, que se murió, ( es muy fuerte decirlo) espero que sigamos manteniendolo vivo a través de este medio que es fabuloso, pero hay que comprender que no todos tenemos los tiempos necesarios, ni la paciencia, ni las ganas de conectarnos varias veces al día al Blog. de Todas meneras esto es mejor que nada. No lo recuerdo bien, pero creo que eschuche el primer programa en Radio del Plata, alla por la primer semana de de febrero del 2001.

    PD: A y me olvidaba. yo soy uno de los valientes que estuve presente el día 31 de diciembre en el último programa. soportando los 38ºC. pero tuve mi premio subí a presenciar los últimos 30 minutos del mejor programa de radio de los últimos tiempo. Un Saludo y un beso a todos/as los oyontes de la Siesta Inolvidable.

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